Meta gastronómica
Redacción / Logroño
La Media Maratón de La Rioja concluye, para
los principales atletas, con un acto tan tradicional
como la propia carrera. Los maratonianos internacionales
disfrutan después de recorrer los 21.097,5
metros de la invitación que les hace Fermín
Lasa en el restaurante de su propiedad, el Asador
Egüés.
La reunión en torno a
la mesa de este establecimiento riojano –uno
de los más reconocidos por los amantes de la
carne o el pescado a la brasa– sirve para sellar
una tregua después de la batalla librada sobre
el asfalto de la capital riojana. Pero en ese momento
de relax también hay vencedores y es que, como
ocurre con frecuencia en las pruebas de ruta de larga
distancia, los africanos son los más rápidos
con el chuletón.
James Moiben es un habitual en
la Media Maratón de La Rioja y consecuentemente
también es uno de los que en más ocasiones
ha disfrutado de la carne que prepara en su asador
Fermín, y como la experiencia siempre es un
grado, según dice el saber popular. Moiben
anduvo con tanta soltura con el chuletón como
lo hace sobre el asfalto de La Rioja.
La cena, según le reconocieron
los propios atletas al anfitrión, es uno de
los principales atractivos de una Media Maratón
de La Rioja que, por unos u otros motivos, está
marcada en grandes letras rojas en la agenda de los
interenacionales españoles. Como siempre ocurre
en la cena, inevitablemente, se habló de atletismo.
Unos hablaron de su pasado y otros expresaron ilusiones
futuras.
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