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de los corredores que lideraron la carrera durante
la tarde. / JONATHAN HERREROS |
El qatarí Shami Mubarak
gana en El Espolón |
La fuerza de la lluvia marcó la prueba
J. MARTÍNEZ GLERA | LOGROÑO
Una carrera sin vencidos. La decimoseptima edición
de la Media Maratón de La Rioja pasará
a la historia por la lluvia. Lo es cuando hay que
recorrer algo más de 21 kilómetros bajo
un sol de justicia; ayer fue todo lo contrario. Llovió
y con enorme fuerza por momentos. Nadie se arrugó.
Ganó el favorito, el qatarí Shami Mubarak.
Lo hizo con autoridad, aunque durante muchos kilómetros
dejó el peso de la prueba a sus ex compatriotas
kenianos.
David Solís fue el primer español en
cruzar la línea de meta, mientras que la clasificación
femenina la lideró otra atleta africana, Marta
Komu. Mubarak marcó un crono de 1:03:07 horas,
dos minutos por encima del récord que estableció
en 2001 el africano Geofrey Muriuki.
Apenas se habían recorrido 200 metros cuando
ya se produjo la primera ruptura en el grupo. Siete
atletas –los keniatas James Moiben, Samson Cherop,
el qatarí Shami Mubarak, el francés
de origen africano Simon Munyutu, los marroquíes
Hafid Mhadi y Hicham Chatt y el español David
Solis– abrían el primer hueco entre ellos
y el mundo atlético que se había dado
cita. Con ellos se fue el navarro Antonio Echeverría,
que les aguantó los primeros kilómetros.
El marroquí Hafid Mhadi tomó inmediatamente
el mando y puso en fila a sus compañeros. David
Solis fue el primero en acusar la zancada africana
y en el kilómetro 3 se despedía de la
pelea por el triunfo. Ya sólo quedaban seis.
Mhadi mandaba y Cherop corría en paralelo.
Hicham Chatt daba las primeras muestras de flaqueza
y perdía metros. La carrera entraba en su segundo
tercio, territorio para las hostilidades.
Mhadi, Cherop, Moiben, Munyutu y Mubarak ya estaban
solos. Moiben y Mubarak marchaban los últimos,
dejando el peso de la prueba sobre todo a Mhadi. Incluso
por momento daban la sensación de pasar por
apuros. Mubarak estuvo a punto de irse al suelo al
pisar en un agujero. Después de mirarse su
tobillo derecho y perder unos metros, se incorporó
al grupo de cabeza. Sólo había sido
un susto. Quien sí se quedó bajando
por Avenida Club Deportivo fue Moiben, aunque luego
sería capaz de marcar su ritmo y reintegrarse.
Incluso para luchar por el premio fijado en el kilómetro
10,5. Disputó el esprint, pero el honor recayó
en Mhadi.
Fue el principio del fin. Mubarak cambió el
ritmo tras entrar por segunda vez en Obispo Fidel
García. Sólo le pudo seguir Simon Munyutu.
Moiben, Mhadi y Cherop se quedaban. Cuando la cabeza
de carrera giraba hacía Avenida de la Paz el
triunfo era cosa de dos. Ambos corrían en paralelo,
pero Mubarak tenía escondido algún segundo.
En la Gran Vía, en la Fuente de los Ilustres,
aceleró. Munyutu le vio irse. El qatarí
corría por encima de los 20 kilómetros
a la hora.
Era un paseo triunfal de siete kilómetros.
Parecía que Munyutu estaba olvidado, pero se
mantuvo. Con genio, con casta. En el kilómetro
19 pareció de entre la lluvia y se situó
a 20 metros de Mubarak. La carrera enfilaba Avenida
de Colón. Lo intentó Munyutu, pero no
pudo. Mubarak incrementó su ventaja en Jorge
Vigón y entró en solitario en la meta
de Miguel Villanueva. .
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