|
Koech
con el dorsal 3. / FD. |
El
keniano Nicolás Koech ganó la
Media Maratón La Rioja con autoridad
para marcar 1:02:37, a 20 segundos del récord
de la prueba
El
keniano Nicolás Koech se impuso en la
décimo octava edición de la Media
Maratón de La Rioja con un gran tiempo
de 1:02:37 con el que puso de relieve su mejor
adaptación a una jornada calurosa hasta
el bochorno y que condicionó en gran
medida la consecución de mejores tiempos.
En el apartado femenino, la ganadora fue la
marroquí Fátima Ayachi.
Pronto el paquete de grandes favoritos africanos
abría brecha, se puede decir que nada
más darse el pistoletazo de salida.
Enseguida
se estableció un grupo de una decena
de corredores, pero este grupo era ficticio
porque iba estirado como en un esprint. El paso
por el primer kilómetro fue de locos,
muy por debajo de los tres minutos.
Esa fue la tónica general de buena parte
de la prueba, con lo que el récord de
la Media Maratón riojana corría
serio peligro.
Tal fue el escenario creado por los kenianos
Matthew Koech, Nicolás Koech y el marroquí
Abdelacid El Mouaziz, que se quedaron solos
en cabeza a costa de dejar a su estela un reguero
de atletas a bastantes metros de distancia ya
en el segundo kilómetro.
Dictadura keniana
Desde ese momento la carrera era compartida
en paralelo por los dos Koech, que no tienen
nada en común más que el apellido,
tan normal por aquellas latitudes como un García
o un Martínez por estas. Brazo con brazo
fueron matando la prueba a base de una velocidad
inusitada. Tras ellos, compartiendo ritmo y
visión entre sus hombros, el alauí
El Mouaziz, que aguantó en cabeza hasta
el sexto kilómetro y empezaba a mirar
atrás para ver si encontraba alguien
con el que compartir esfuerzo.
La
figura de otro keniano como Kiprono Kipyego
asomaba en el horizonte, mientras una nube que
superaba el millar de corredores, ni siquiera
se adivinaban en las largas rectas de las calles
de Logroño. El paso por el kilómetro
10, una gran referencia para ver si podía
caer el récord de la prueba riojana y
los Koech pasaron por ese hito en 29:04. Todo
podía ser. El tiempo era un lujo.
Tres kilómetros más tarde se descolgó
Matthew y dejó vía libre a Nicolás.
El Mouaziz se había dejado la piel con
el dúo de cabeza y ahora veía
peligrar a pasos agigantados su plaza de privilegio.
El
eritreo Abrha le pasó en un suspiro y
ya no dejó esa posición. Llegó
el momento de doblar a una ingente maraña
de corredores y Nicolás Koech puso la
directa a meta. El crono del coche que abría
carrera era su referencia constante. Las últimas
zancadas del ganador fueron bastante estresantes
porque estaba pendiente de bajar registros,
lo que no logró dado que James Moibén,
en 1998 ya había logrado 1:02:17 y ayer,
el ganador sumó 20 segundos más,
lo que no deja de tener su mérito porque
los últimos nueve kilómetros los
hizo solo, con el consiguiente esfuerzo individual.
Una nube de aficionados se agolpaban cerca de
la meta y las últimas zancadas de Nicolás
Koech fue jaleado hasta el límite por
el numerosísimo público que se
acercó a las inmediaciones de El Espolón.
En el rostro del ganador se podía ver
un punto de decepción por no haber podido
mejorar el registro ya que tiene acreditado
1:00:07 en el medio maratón de Praga.
Su rostro contrastaba con el de otros atletas
que sí sonreían tiempo después
tras comprobar su capacidad de sufrimiento para
acabar una prueba que este año ha batido
otro récord, el de gente que fue capaz
de terminar, con más de 800 valientes
|