EL MODELO DE
LA DOC, A DEBATE



ENTREVISTA A
JAVIER ERRO



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DEL RIOJA



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CRÉDITOS


Gerry Dawes, columnista de las mejores publicaciones americanas sobre vinos y colaborador ocasional de diarios generalistas como "The New York Times", analiza para Diario LA RIOJA las nuevas modas y tendencias del consumo mundial, con el Rioja como referente


Los "nuevos reyes"

En diciembre del 98, en la subasta de Christie´s en Londres, se presentó una colección exclusiva de vinos titulada "Una magnífica muestra de los más finos y raros vinos españoles", casi todos ellos de bodegas tradicionales de Rioja y que resultó un éxito rotundo, con más de 500 ofertas que recaudaron por encima de 100.000 libras (167.000 dólares), más del doble que la cantidad esperada por la casa de subastas. Christie describió el lote sacado a subasta como "la más fina colección de vinos de gran calidad españoles que se haya puesto alguna vez a la venta en el mercado del Reino Unido".
La puja comenzó tras una gran explicación en una cata previa sobre cómo saborear y comprender 73 vinos que nos remontaron hasta 1917, de las mejores bodegas clásicas de Rioja, como Marqués de Riscal, Marqués de Murrieta, La Rioja Alta, López de Heredia, CVNE, Bodegas Riojanas y Bodegas Bilbaínas, todas fundadas hace más de un siglo. Thomas Hudson, un especialista de vino de Christie´s, me dijo: "La cata me abrió los ojos sobre la calidad de los vinos españoles, no tenía ni idea de que fueran tan buenos".
David Elswood, entonces director europeo del Departamento de Vinos de Christie, estaba encantado del éxito de la subasta, de la que dijo que "había demostrado la fuerza de mercado de los viejos vinos españoles, con precios competitivos, equiparables a los vinos franceses e italianos".
Seis botellas de 1917 de Marqués de Murrieta, Castillo Ygay, se vendieron por 675 libras (1.125 dólares) cada una, casi el cuádruplo de lo esperado; tres lotes de seis botellas de Reserva 890 de La Rioja Alta de 1995 se vendieron por 2.500 dólares en total; tres botellas de López de Heredia, Viña Bosconia de 1954, se valoraron en casi 1.500 dólares; un Viña Albina Reserva 1942 alcanzó 1.200 dólares; un Imperial de CVNE de 1962 se vendió por casi 900 dólares, cuatro veces la estimación inicial, mientras que dos botellas de Marqués de Riscal de 1964 se adquirieron por 768 dólares, casi tres veces lo previsto.
Yo he bebido estos vinos viejos de Rioja, como los que se vendieron en Christie´s, durante casi treinta años y creo que están entre los más grandes tintos del mundo. En marzo de 1998, durante un Congreso Internacional del Aceite de Oliva en Córdoba, introduje en el mundo de los viejos tesoros de Rioja a algunos expertos alimentarios americanos, incluido el especialista Len Pickwell, presidente de la Fundación James Beard, en el maravilloso marco de los calados romanos del Restaurante Churrasco. No podrían creer cómo podía estar tan bueno el Viña Albina Reserva de 1982 de Bodegas Riojanas y el Cerro Añón, de Bodegas Olarra de 1981. Además, las cuatro botellas de estos dos vinos costaron lo mismo que las dos de Vega Sicilia Único 1970 que también bebimos esa noche.
Una tarde maravillosa en octubre de 1998 en San Sebastián, cenando con un grupo de aficionados al vino de Washington y de Filadelfia, en el restaurante Rekondo, que tiene uno de los mejores calados de Europa, bebimos de nuevo Cerro Añón de 1981; un elegante Reserva 904 de La Rioja Alta de 1973; un todavía extraordinario Gran Reserva Montereal de 1952 de Bodegas Riojanas, y un encantador Gran Reserva Imperial de CVNE de 1948. Por la mañana, en el almuerzo en el elegante restaurante Nicolasa de San Sebastián mi compañero y yo tomamos un elegante, todavía con dulzura y viveza, López de Heredia Viña Tondonia de 1954 y un Viña Monty 1964, de Montecillo, que ya estaba empezando a marchitarse tras 34 años, pero que aún conservaba el grueso de su sabor afrutado.
Los resultados de la subasta de Christie´s, mis experiencias y las de decenas de amantes del vino, con los que he compartido los vinos clásicos de Rioja a lo largo de los años, contradicen mucho de lo que se ha escrito recientemente sobre la subida de una nueva ola de vinos tintos españoles a la prominencia internacional.

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