Los mercados exteriores del Rioja no
han sido capaces, al menos por ahora, de asumir los nuevos precios.
Mientras en casa la situación se mantiene, 1999 puede
ser el año en que se pierda unos de los destinos más
fieles: Suecia
El precio de la fidelidad
LAS ventas de
vino, en intervalos interanuales (de septiembre a septiembre),
arrastran el notable incremento de precios de la botella, consecuencia,
en el caso de los criados, de la subida de la uva de años
anteriores y de la política comercial de las bodegas,
y de las más de 200 pesetas pagadas en la última
campaña, en el caso de los caldos jóvenes.
La comercialización total (de septiembre del 98 a septiembre
del 99), según los datos facilitados por la agrupación
de bodegueros Arbor, cae de 221,4 millones de litros a 205,6,
es decir, el 7,13 por ciento, aunque si se toma como referencia
la exportación el descenso alcanza el 17,5 por ciento
(de 73 millones de litros a 60,2 millones).
Mientras en casa las cosas se mantienen (sólo
3 millones de litros menos vendidos), los principales destinos
exteriores son los que más se están resintiendo.
En este sentido, el punto de inflexión de las exportaciones
de Rioja se alcanza en septiembre de 1998 con 73 millones de
litros vendidos (desde septiembre del 97) y con un precio medio
del litro de vino de 570 pesetas, mientras que a partir de entonces
comienza a caer el volumen de ventas (de forma inversamente proporcional
al incremento del precio de la botella) hasta los 60,2 millones
de litros vendidos a septiembre de este año, con un precio
medio de 710 pesetas. Es decir, mientras el precio del vino exportado
ha aumentado en el último año el 25 por ciento,
las ventas han caído en el mismo periodo casi el 18 por
ciento.
Sigue--->
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