Acaba de empezar la centuria
como para hablar de la cosecha del siglo, pero Rioja
se encuentra ante una gran añada y con más
medios técnicos que nunca para garantizar la
calidad de los vinos
Una
de las grandes
por José I. Gasco
El
siglo XXI comienza con la que ya se está denominando
cosecha del siglo, pese a que aún está
por confirmar cómo se van a comportar los vinos
nacientes del 2001. Más allá de los calificativos,
los primeros vinos obtenidos de la última vendimia
confirman las expectativas de excepcional calidad gracias
a la magnífica evolución del ciclo vegetativo
y al buen estado sanitario de todas las variedades de
uva.
Este año se han recogido 368
millones de kilos de uva, un 25 por ciento menos que
el anterior cuando se llegó al récord
de la Denominación con 490 millones de kilos.
La potencialidad de envejecimiento de los vinos del
2001 es confirmada por el jefe de los Servicios Técnicos
del Consejo Regulador del Rioja, Domingo Rodrigo, a
quien no le duelen prendas al afirmar que "Rioja
necesitaba una cosecha como la de este año".
Y es que, después de unas campañas
en las que el productivismo ha primado sobre la calidad
de las producciones, y con una crisis de ventas, no
hay mejor forma que volver a los mercados con un producto
de calidad.
La primera vendimia del milenio comenzó
en las tierras navarras de Azagra el 4 de septiembre
y concluyó en Laguardia dos meses después.
Rodrigo destaca la bonanza climatológica que
acompañó a la recogida del fruto y el
excelente estado sanitario para justificar los resultados,
ya que permitieron una vendimia selectiva y escalonada
sin mayores sobresaltos. Por subzonas, las bodegas de
La Rioja Alta recogieron 182 millones de kilos; 100
millones las de Rioja Alavesa, y 85 millones de kilos
las de La Rioja Baja. El rendimiento medio por hectárea
se redujo notablemente respecto al año anterior
(27 por ciento menos), situándose en 6.832 kilos,
prácticamente coincidente con el topé
fijado el Reglamento del Consejo Regulador para esta
campaña (100 por 100).
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