El origen es
el distintivo de los vinos de los países tradicionales,
mientras que los nuevos productores optan por las variedades.
He aquí un rápido repaso de las zonas y principales
variedades españolas.
Origen, variedad y calidades
por Pablo G. Mancha y A. Gil
España cuenta en la
actualidad con 56 denominaciones de origen de vinos -incluida
la de Cava (vinos espumosos)- después de la proliferación
en las últimas décadas de este tipo de asociaciones
voluntarias de productores.
La normativa española y comunitaria exige que haya
una vinculación real entre el origen y las producciones,
es decir, que la zona geográfica de referencia aporte
características objetivas y diferenciales a los vinos,
con el objetivo de que la denominación de origen no
sea utilizada únicamente como un argumento comercial.
Además, han surgido otras figuras de protección
vitivinícolas, cuyos orígenes aportan menos
características diferenciales (como los vinos de la
tierra y otras indicaciones geográfica) que han enriquecido,
y en parte, complicado el panorama para el consumidor. Con
la nueva Ley del Vino que en breve tiene previsto aprobar
el Ministerio de Agricultura, se pretende poner en orden este
complejo panorama.
En este sentido, se están poniendo en marcha en los
últimos tiempos denominaciones de origen muy pequeñas,
denominadas vinos de pago para producciones muy escasas y
localizadas y supuestamente de gran calidad, que se contraponen
además a otras nuevas y a la vez muy amplias, como
Cataluña, que engloban a su vez a otras denominaciones
más tradicionales y antiguas de la zona.
Un nuevo panorama con el que debe familiarizarse el consumidor
para conocer a fondo lo que bebe.
Sigue--->
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